En una escena musical latinoamericana que a veces parece atrapada entre la nostalgia del rock clásico y la fórmula del reguetón comercial, Ca7riel y Paco Amoroso irrumpieron como un meteorito: ruidosos, irreverentes y, sobre todo, imposibles de encasillar. Lo que comenzó como una dupla de amigos porteños jugando con beats y guitarras se convirtió en un fenómeno musical que redefine lo que significa ser artista urbano en el siglo XXI.
Su propuesta es una bomba de géneros: trap, funk, punk, electrónica, rap, rock alternativo, todo mezclado con una estética que recuerda tanto a los clubes de Berlín como a los barrios de Buenos Aires. Ca7riel, con su formación como guitarrista de jazz y su voz que puede ir del falsete al grito punk, y Paco Amoroso, con su flow relajado y su actitud de crooner moderno, logran una química que no se puede fabricar en laboratorio.
Más que músicos, son performers del caos. En sus canciones, como “Ola Mina XD” o “Jala Jala”, hay una energía que no busca agradar, sino sacudir. No hay miedo al ruido, al desorden, a la distorsión. Y sin embargo, todo está cuidadosamente armado para que funcione. Es el tipo de música que parece improvisada, pero que tiene detrás una producción quirúrgica.
Lo que los hace únicos no es solo su sonido, sino su actitud frente a la industria. No buscan ser ídolos pop, aunque lo son. No buscan ser underground, aunque lo parecen. Están en ese limbo donde lo alternativo se vuelve masivo, y lo masivo se vuelve arte. En ese sentido, son herederos de figuras como Illya Kuryaki, Babasónicos, o incluso Spinetta, pero con la distorsión digital de una generación que creció entre memes, autotune y ansiedad.
Su impacto en Bogotá no se mide solo por el sold out de sus conciertos, sino por cómo han influido en los nuevos artistas locales. Jóvenes que antes solo hacían trap ahora se atreven a meter guitarras funk, a cantar con falsete, a romper estructuras. Ca7riel y Paco no vinieron a encajar en la escena: vinieron a romperla.
Y lo harán de nuevo el 10 de septiembre de 2025, cuando se presenten en el Movistar Arena de Bogotá como parte de su explosiva gira Papota Tour 2025. Será su única fecha en Colombia, y promete ser una noche de energía cruda, distorsión emocional y fiesta sin etiquetas.
Aquí les dejamos una charla que tuvimos con ellos el año pasado.

